Seguro que te has preguntado alguna vez cuál es la mejor orientación en arquitectura. La captación y aprovechar al máximo la orientación del sol, por lo menos en el caso de una casa pasiva, tiene un criterio de captación de energía.
Tener una idea clara de cuál es la mejor orientación del sol, los momentos del día, así como la puesta y la salida del sol, ayuda a analizar cómo plasmar esas horas de luz y esa energía solar en la vivienda. El objetivo principal es trabajar con la eficiencia energética y realizar una conexión exacta con la casa pasiva.
Bien es cierto que en una vivienda pasiva, intervienen además otros causantes además de una precisa orientación del sol, por lo que es necesario siempre realizar un estudio adecuado y pormenorizado de la situación.
La orientación captadora
La orientación captadora es aquella orientación que, tras hacer un análisis del clima del lugar, se traslada a la vivienda en forma de fachada mejorada. Su propio nombre lo indica, es la orientación de la casa pasiva que captará toda la energía solar posible de una forma u otra. La fachada que esté en la orientación captadora del sol se optimiza con el objetivo principal de encontrar la eficacia y aprovechar al máximo la energía solar.
Comúnmente, en el inicio de un proyecto de casa pasiva, uno de los aspectos primordiales que se tienen encima de la mesa es la orientación del sol y de la orientación captadora. Esta orientación captadora no sólo habla de términos de obtención de energía, sino también de la disposición general de la casa pasiva.
El propósito principal es conocer y elaborar la fachada captadora con todas las prestaciones que la vivienda necesite. Cuanto más optimizada esté la orientación del sol en la casa pasiva, menor inversión se deberá llevar a cabo par conseguir la eficiencia energética.
Una vivienda pasiva, además de tomar en cuenta la orientación y el diseño bioclimático, establece otras claves relacionadas como pueden ser:
- Aislamiento térmico. El aislamiento está de manera directa relacionado con la eficacia que lograda en una casa pasiva y el posterior ahorro que esta eficacia supone. Logrando una correcta y precisa orientación del sol, se conseguirá reducir los centímetros de aislamiento necesarios.
- Ventanas. Elemento primordial de la fachada captadora. En términos generales, se trata del hueco en la fachada que dejará ingresar la radiación del sol al interior del habitáculo. La capacidad de captación de la luz natural es esencial y las ventanas cumplen tal cometido. Existen de distintos tamaños y formas, pudiendo convertirse también en un elemento decorativo.
- Protecciones solares. Proteger las ventanas, los habitáculos y los habitáculos en general será igual de sustancial que la captación de luz solar.
La envolvente térmica de una vivienda Passive House protege totalmente y controla la temperatura del interior, que normalmente se mantiene de forma constante, pero permite que los cambios de temperatura no sean extremos (mucho frío en invierno y mucho calor en verano).
Por otro lado, la hermeticidad en toda la envolvente térmica será un elemento muy a tener en cuenta, evitando infiltraciones de aire, asegurando una ventilación correcta por medio de ventilación mecánica y asegurando tanto puertas como ventanas.
Con todo esto, nuestra casa pasiva será capaz de mantener siempre una temperatura estable dentro de los distintos habitáculos o zonas de la casa. Gracias a la captación del sol y el calor radiante del mismo, además, protegeremos nuestra salud ya que no se utilizan sistemas de ventilación forzados o que utilicen algún tipo de químico que pueda llegar a ser nocivo o peligroso para nuestra salud.
Del mismo modo, la hermeticidad nos protegerá contra las infiltraciones de aire y por ende de todo tipo de partícula que pueda entrar desde el exterior al interior de nuestra casa pasiva. Con todo esto lo que podemos ver es que no sólo se trata de un ahorro energético y un ahorro monetario, sino también que tiene muchas ventajas de confort y saludables para el día a día.
